En el marco de la feria aeronáutica de Farnborough 2022, LATAM junto con Air Canada, Air France – KLM, easyJet, IAG, Lufthansa Group y Virgin Atlantic, firman con Airbus una carta de intención (LOI por sus siglas en inglés) para explorar nueva tecnología para capturar las emisiones de CO2 en la atmósfera. A través de un sistema de captura y almacenamiento de carbono directo del aire (DACCS), las líneas aéreas buscarán avanzar de manera colaborativa en la descarbonización de la aviación.
La tecnología DACCS permite filtrar y eliminar hasta el 90% de las emisiones de CO2 utilizando ventiladores y absorbedores en una instalación neutra que se alimenta por fuentes de energía de cero emisiones. Los equipos almacenan de forma segura y permanente en campos subterráneos de petróleo y gas agotados o en formaciones salinas profundas.
La extracción de carbono directamente del aire y su posterior almacenamiento permanente constituye una gran innovación que es complementaria al uso de nuevas tecnologías, uso de combustibles sostenibles y la protección de ecosistemas estratégicos. La decisión de explorar estas tecnologías resulta clave para avanzar en la eliminación de la contaminación de la atmósfera. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas, la captura de carbono es una medida necesaria para limitar el calentamiento global a 1.5°C.
A través de los compromisos acordados, las líneas aéreas entablarán negociaciones para una posible compra anticipada de créditos de carbono verificados y duraderos a partir de 2025 y hasta 2028. Los créditos de eliminación de carbono serán emitidos por 1PointFive, socio de Airbus. A través de esta compañía está acordada la compra anticipada de 400.000 toneladas de créditos de eliminación de CO2 que se entregarán durante cuatro años.
“Estas primeras cartas de intención marcan un paso concreto hacia el uso de esta tecnología prometedora, tanto para el propio plan de descarbonización de Airbus como para la ambición del sector de la aviación de lograr emisiones netas de carbono cero para 2050”, comenta Julie Kitcher, vicepresidente ejecutiva de Comunicaciones y Asuntos Corporativos de Airbus.
LATAM es la única línea aérea latinoamericana que participa en este acuerdo colaborativo para explorar nuevas tecnologías para la eliminación de CO2. La acción que realiza con Airbus y otros ocho grupos aeronáuticos lo enmarca dentro de su pilar de cambio climático que contempla la estrategia de sostenibilidad presentada en 2020.
“DACCS representa una forma innovadora no solo de eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera, sino que también tiene el potencial de desempeñar un papel en el desarrollo de combustibles de aviación sintéticos sostenibles”, comenta Juan José Tohá, director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de LATAM Airlines Group.
Apelando al trabajo colaborativo que debe existir dentro como fuera de la industria, asegura que no hay mecanismo único para lograr la carbono neutralidad. Por lo tanto, defiende la aplicación de diversas medidas para avanzar en la meta propuesta por la industria de llegar a las cero emisiones netas para 2050.
Herramienta complementaria
Todas las líneas aéreas participantes concuerdan que si bien la firma de LOI es una acción importante debe ser entendido como una herramienta complementaria para descarbonizar la atmósfera. En forma casi unánime, se puede afirmar que el sector apuesta firmemente por los combustibles sostenibles de aviación (SAF) como principal mecanismo de descontaminación dado su potencial de reducir hasta en 80% las emisiones contaminantes.
Para Air Canada, la tecnología DACCS es un proceso complementario de muchas otras investigaciones en curso. “Esta tecnología es una de las muchas palancas importantes que se necesitarán, junto con muchas otras, incluido el SAF y aeronaves cada vez más eficientes y de nueva tecnología”, agrega Teresa Ehman, directora Senior de Asuntos Ambientales de Air Canada.
Fátima da Gloria de Sousa, vicepresidente de Sostenibilidad de Air France – KLM, ve también una herramienta complementaria. Desde su perspectiva, el uso del SAF, la renovación de la flota y la investigación e innovación son las formas más efectivas de transitar a una aviación carbono neutral. No obstante, valora el compromiso firmado y la acción colaborativa resultante. “La carta de intención que firmamos con Airbus representa el enfoque colaborativo que la industria de la aviación ha iniciado para encontrar soluciones efectivas que respondan al desafío de nuestra transición ambiental. Sólo juntos podemos abordar la emergencia climática”.
“Creemos que las soluciones de eliminación de carbono serán un elemento esencial de nuestro camino hacia el cero neto, complementando otros componentes y ayudándonos a neutralizar las emisiones residuales en el futuro”, comenta Jane Ashton, directora de Sostenibilidad de easyJet. La línea aérea británica de bajo costo y tarifas bajas (LCC) tiene como objetivo operar aeronaves cero emisiones de carbono en los próximos años para lo cual trabaja en varios proyectos específicos.
Desde Lufthansa Group agregan que la utilización de nuevas tecnologías forma parte de las millonarias inversiones que el sector tiene que realizar. En palabras de Caroline Drischel, directora de Responsabilidad Corporativa de Lufthansa Group, la modernización continua de la flota y el fuerte compromiso con los SAF con claves, aunque no impide considerar otras iniciativas. “Estamos explorando nuevas tecnologías, como procesos avanzados y seguros de captura y almacenamiento de carbono”.
Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), la eliminación de carbono es necesaria para ayudar al mundo a ir más allá de la mitigación del cambio climático y apoyar el logro de los objetivos de cero emisiones netas. Además, según el informe Waypoint 2050 del Grupo de Acción del Transporte Aéreo (ATAG), se necesitarán compensaciones entre un 6 % y un 8 %, para atender cualquier déficit restante en las emisiones por encima del objetivo.
Dónde se ubicarán las plantas de captura y cómo funciona la tecnología DACCS Las plantas de captura y almacenamiento no necesariamente tienen están ubicados en zonas cercanas a los aeropuertos o debajo de las rutas aéreas, aunque en algunos casos pueden coincidir. De acuerdo con la información proporcionada por Airbus pueden estar en lugares específicos como un desierto, por ejemplo, cercanos a los pozos petroleros o de gas, donde se levantan estructuras similares a un hangar equipadas con ventiladores y una serie de tuberías que conectan los tanques de almacenamiento con los pozos.
Cada instalación es como una aspiradora gigante de aire, similar a un equipo de aire acondicionado de gran tamaño. A través de enormes ventiladores, se captura el CO2 para luego filtrarlo y llevarlo hasta las cámaras de almacenamiento y luego a los pozos naturales de petróleo, gas o sal que ya no se ocupan. Tomando el caso de una estación de captura Canadá, se estima que una infraestructura de estas características podría absorber alrededor de un millón de toneladas de CO2 por año. En términos comparativos representa la capacidad de absorción de 40 millones de árboles.
Una vez que el aire es capturado pasa por superficies plásticas delgadas con una solución de hidróxido de potasio no tóxico que fluye sobre ellas para atrapar las moléculas de CO2 como una sal de carbonato. Una vez separado, los granos de CO2 se calientan para devolverlos a su estado gaseoso para ser almacenados o bien para un uso posterior, por ejemplo, ser reciclado y utilizado como combustible líquido.
Fuente: aeronaves.com