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La aviación necesitaría 450 años más para alcanzar la igualdad de género

En un sector históricamente dominado por hombres, las mujeres están rompiendo barreras y dejando su huella en el mundo de la aviación, abriendo oportunidades en un entorno en el que antes parecía inalcanzable. Sin embargo, seríamos ingenuos al decir que no quedan desafíos por superar. Por eso, OACI ha organizado la 2ª Cumbre Mundial de Igualdad de Género en la Aviación de la mano del Mitma entre el 5 y 7 de julio en Madrid, España.

El acto ha sido presentado de la mano de Javier Ortega Figueiral, periodista aeronáutico muy querido en el sector, quien a su vez se ha encargado de presentar a la ministra del Mitma, Raquel Sánchez Jiménez. «Quiero poner en valor la valentía y de la OACI para hacer un evento de esta magnitud y con ponentes que representan a la industria aeronáutica y a a sociedad global», asegura la ministra. «Aplaudo estos pasos decididos para acabar con este sesgo de género que lamentablemente no es exclusivo de la aviación».

«Solo el 3% de los CEO de las 100 compañías principales de la industria aérea son mujeres«, continúa. «Solo existe una casi paridad en el departamento de RRHH, donde el porcentaje de mujeres es de un 40%. Nada más hay un sector – de 9 – en donde existen más mujerestripulantes de cabina; lo que quiere decir que existen muchas tripulantes pero pocas comandantes o ingenieras». Esto no es solo problema de las aerolíneas, ya que «el sector publico ha de situarse a la vanguardia en este objetivo de conseguir la igualdad».

Salvatore Sciacchitano, presidente de la OACI, cierra la presentación del evento recalcando la cantidad de puestos de trabajo que aporta la aviación, unos 88 millones. Por eso, es necesario igualar la cantidad de trabajos que la industria ofrece con el porcentaje de mujeres que acceden a los mismos, para así llegar a tener una «visión de futuro de un sector inclusivo e igualitario».

«Commitment, concrete change, consensus, consistency, conviction»

Salvatore Sciacchitano comienza el panel introductorio asegurando que «las declaraciones no son suficientes. Hace falta acción«. Priya Doobaree, piloto representante de IFALPA en la OACI se pregunta qué es «lo que hay que hacer para hacer la industria atractiva y accesible para las mujeres«. Hay factores, como los de la nueva inteligencia artificial, que podrían hacernos pensar que los humanos ya no somos necesarios. Nada más lejos de la realidad: Priya añade que «tenemos que seguir atrayendo a la gente, especialmente a las mujeres, ya que la IA no sustituirá a las personas».

Y es que solamente el 7% de las CEO de las aerolíneas son mujeres. Para Priya, lo más importante es superar estas barreras a través de la figura de un mentor. Manuela Tomei, subdirectora general de la Organización Internacional del Trabajo, apunta que se debe equiparar la paga tanto entre género como para los trabajos que tengan igual valor. Las acciones en los departamentos de recursos humanos importan también en la aviación, prosigue, ya que aquí se aplican políticas «que ayudan a la conciliación familiar» de las mujeres en el sector.

Moed Doraid, de UN Women, propone tres acciones a tomar para combatir la desigualdad de género en la aviación:

  • Hacerle frente a las normas sociales tradicionales e impulsar los estudios aeronáuticos para las jóvenes interesadas en el sector
  • Reconocer que existen prácticas sistémicas en el ámbito social y cultural que son misóginas e implementar políticas para erradicarlas. Se puede hacer promoviendo centros de trabajo más inclusivos o mejorando la conciliación laboral con la familiar
  • La colaboración es el eje de la igualdad, todos los sectores deben trabajar como si fueran uno

En términos generales, necesitaríamos 300 años para alcanzar la igualdad de género. En el sector de la aviación, este número aumenta a unos 450 años. Si queremos reducir esta brecha de 150 años que nos separa de la media, debemos tomar acciones concretas y debemos hacerlo ya. Y esto es lo que han defendido los ponentes de este debate.

Aspiraciones y ambiciones

La representación es de lo más importante a la hora de que las mujeres elijan adentrarse en el mundo de la aeronáutica. Por eso la historia de Zoya Agarwal, piloto en la India y primera mujer en hacer el vuelo más largo del mundo: de San Francisco (EE.UU.) a Bangalore (India). Para ella, la representación «es tan importante como el tener políticas que ayuden a las mujeres a que se interesen por la aviación pero también a que se queden».

«Necesitaremos 600.000 pilotos más de aquí a 5 años, sin contar controladores de tráfico aéreo, ingenieros… Esta necesidad se traduce en otra necesidad de que las mujeres cubran eso, y para eso en la educación tiene que haber modelos al que las jóvenes puedan seguir», dice Zoya.

En este sentido, la tasa de permanencia es algo con lo que el sector de la aviación lleva tiempo luchando, especialmente en el sector femenino. Por eso Candace McGraw, vicepresidenta de ACIcree que compartir los datos de una manera transparente y divulgativa sobre el número de mujeres que hay en altos puestos directivos – por ejemplo – en la aviación ayudaría a que las jóvenes viesen que pueden, si quieren, tener un futuro brillante. Estos datos «tienen que servir para mejorar la situación actual, no solo para informar», asegura.

Es importante también la educación, cree Filip Cornelis, director en Aviación de la Comisión Europea. «Hay que empezar desde temprano y realizar movimientos en los colegios». No solo se tiene que tener en cuenta en el mundo de las pilotos o ingenieras, por ejemplo, sino que Sandra Carvao va más allá y reclama una «perspectiva de género» en el sector del turismo, intrínsecamente ligado al de la aviación.

Se centran también en el tema de la conciliación familiar, ya que hay muchas mujeres que renuncian a trabajar en el sector debido a la dificultad de compaginar horarios. «Solo hay un 17% de mujeres en altos cargos en los aeropuertos de ACI. Sin ir más lejos, esta es la primera vez que en esta organización está al mando una mujer en sus 35 años de historia», cierra Candace. «Para revertir esto, debemos invertir en políticas de conciliación familiar. Además, tenemos que dar espacio a que la gente siga creciendo a través de constante formación y una red de apoyo para que las mujeres no se sientan nunca desprotegidas o solas».

Vision of the next generation

La mesa moderada por Nicolas Rallo, director regional de OACI en Europa, estaba compuesta por tres jóvenes mujeres representantes de diferentes sectores de la aviación: Ana Gagua, ingeniera aeronáutica en Georgia; Birna Katrin Gunnlaugsdóttir, piloto de Icelandair; y Katherin Martínez, representante de OACI en El Salvador.

«Necesitas a alguien que crea en ti y que te diga que puedes hacerlo, y que lo harás genial», confiesa Ana. Además del apoyo que considera esencial de sus allegados y círculo, también se refiere a los referentes que testifican cómo hay mujeres que han llegado a donde ella quería llegar, dándole esperanza y efectivamente demostrando que «puede hacerlo».

Otra historia inspiracional es la de Katherin, quien prueba que las mujeres pueden llegar a altos cargos pese a los prejuicios y las barreras que encuentren por el camino. La dedicación se suma a la necesidad de unos modelos o ejemplos a seguir en el sector, idea que retoma Birna Katrin, quien viene de un árbol genealógico lleno de mujeres en la aviación. «Lets be brave and resilient, not perfect», concluye.

La falta de representación, los estereotipos arraigados y las barreras sistémicas son solo algunos de los obstáculos que deben enfrentar las mujeres en su camino hacia el éxito. Sin embargo, para que haya un cambio real y duradero, es fundamental que las organizaciones y las compañías aéreas se comprometan a tomar medidas concretas. Estas entidades deben promover la igualdad de oportunidades, implementar políticas inclusivas y brindar un entorno de trabajo seguro y respetuoso para todas las personas, independientemente de su género.

Además, es vital que se fomenten programas de mentoría y apoyo específicos para las mujeres en la aviación, para ayudarles a desarrollar sus habilidades y avanzar en sus carreras. Al invertir en la igualdad de género y reconocer el valor que las mujeres aportan a esta industria, las organizaciones y las compañías no solo mejorarán la diversidad y la representación, sino que también se beneficiarán de la variedad de perspectivas y talento que las mujeres pueden aportar.

Fuente: aviaciondigital.com